Educando a través de una almazara reciclada
El empeño por profundizar en los valores de la educación ambiental no tiene límites para un puñado de personas que han hecho posible en Ubrique sacar ideas de donde otros ni siquiera lo intuirían. Así que trabajadores del Ayuntamiento ubriqueño y del Servicio de Jardinería de Biorreciclaje de Cádiz se han puesto manos a la obra para sacar de la nada un proyecto de una pequeña almazara ecológica como actividad ambiental educativa para los chavales del pueblo.
Primero, han recuperado una actividad tradicional como la extracción de aceite que en Ubrique casi se ha perdido ya que hace más de 50 años que dejaron de moler los últimos molinos de aceite, "a pesar de contar con una superficie más que interesante de olivar en el término municipal e incluso el propio Ayuntamiento contar con una parcela de estos olivos en la zona de la plaza de toros", cuenta Pedro Viruez, técnico del Área de Medio Ambiente del Consistorio, y uno de los artífices de este proyecto educativo, junto con el responsable del servicio de Jardinería de Biorreciclaje, Juan Manuel Mancheño, y otros empleados municipales.